Microrrelatos breves para ojos inquietos e impacientes. Cualquier parecido con otras obras de literatura, cómic o cine, es claramente un robo, un plagio, un destrozo por mi parte de manera deliverada y de la que no siento el menor pudor en confesar a quien quiera que me señale con dedo acusador. Es más, la cita que ves inmediatamente debajo de esta retahíla de chorradas, es un robo descarado de un autor que desconozco pero que de alguna manera me daba la impresión que añadía un toque solenme a todo esto. Si me preguntas, te diré que lo he escrito yo.
Esas veces que exploré laberintos de ladrillo, de pasillos agónicos de luz tímida, de rejas ocasionales en paredes de asfixia y temor, tubos de claustro oscuros que desembocaban siempre, tras torpes pasos, en ciudades empedradas de vasta panorámica atejada, con escaleras amplias a iglesias y plazas bollantes de personas que hacían por conocerme con la mirada, pero que solo sospechaban de mi el protagonismo de un final incierto. Leer más...
onirico amor
Caí en la cara oculta de una persona mediocre. He tardado años en concluirlo, pero me da igual. Como me da igual ser de estatura pequeña o enana, como se empeñan en llamarme. Creo que la vida se encara de una manera mucho más honesta cuando sabes que no vas a cambiar el mundo de nadie, ni siquiera el tuyo propio, por muy pequeño que sea Leer más...
histórico
Ojalá estuviese leyendo aquellos libros que me hablaban de viajes a La Luna, tesoros de piratas y viejas historias de mis antepasados. Me encantaba devorar aquellos libros. Me hacían viajar lejos de aquí. Ojalá. Me vi con las rodillas hasta las orejas, barro hasta las cejas y manos ensangrentadas, fumando un cigarro partido que le había robado a Hamza, el jefe de la aldea, antes de quitarle la vida. Leer más...
Infinitas. Vueltas. Ya llevaba más tiempo viendo girar aquel tambor de lo que un programa de lavadora creía que podía durar jamás. Mi cuerpo estaba aquella mañana en esa lavandería. Mis ojos, se encontraban siguiendo incesantemente aquellas sábanas en las que acababa de fallecer mi madre esa misma madrugada. Leer más...
amor existencial
Lucía ya me ha engatusado con su palabrería barata, su encanto atronador y esos ojos, esos malditos ojos que harían reencarnar la Guerra de Troya en todo su esplendor. Llego al baño cansado de regatear alientos y codos de personajes embriagados, enfrascados en búsqueda coital o de algún choque de hombro que excuse jugar a UFC con algún otro pobre desgraciado de mismo pelaje. Pero aquel baño es un oasis. Leer más...
drogas
Había pasado demasiado tiempo desde el último reportaje, pero para Smith no existía nada que le reconfortara más que el trabajo a pie de calle. La rocambolesca noticia alcanzó su mesa hacía una hora, pero, no creyéndolo, cogió el micrófono, enfundó su exiguo cuerpo en su gabardina raída y chasqueó los dedos en dirección a su cámara de confianza, Miguel, que ocupaba el último tramo de un crucigrama a la luz de un flexo. Leer más...
policiaco
El coche se paró antes de la subida, en un recoveco a la sombra de un enorme roble. El sonido de los grillos inundaba el aire, y el calor apretaba sin descanso. Un camino pedregoso escoltado por moreras y pinos de hojas secas finalizaba en un portón de acero oxidado. Joan alzó la mirada y ahí estaba, la casa de verano de su familia. Leer más...
verano familia
Me siento ridículo con esta camisa. Tan planchada, tan perfecta, tan impoluta. Nunca visto así, joder, va a pensar que soy idiota. El riesgo de que todo esto se note como algo premeditado aumenta con cada paso que doy. Leer más...
realismo
No suelo beber cuando estoy trabajando, pero cinco meses en Arizona son suficientes para crear hombres sedientos con principios volátiles. Esa noche jugaban los Knicks contra los Spurs. Por algún motivo la tele tenía el volumen silenciado, y los borrachos del Lola’s parecían aullar sus penas en forma de griteríos ininteligibles. Leer más...
policiaco
¿Cómo confiar en una especie que hizo Dios a un barrilete cósmico? No me considero misántropo, pero llevo dos semanas dándole vueltas a esta y otras ideas, el mismo tiempo que llevo vagando por un África interminable. Leer más...
existencial
En aquella silenciosa madrugada, la luz de la luna caía con suavidad sobre las farolas de la avenida de Abando. Bilbao hibernaba. Susy aceleró el paso y dio la vuelta por detrás de la estación de tren, con sumo cuidado de no hacer chocar los dos botes de Montana que llevaba en la mochila. Plata y oro. Leer más...
urbano
La luz de la tarde entraba por los agujeros de la persiana, rebotaba en la pared desnuda de la habitación y llegaba débil al rostro de Abel, postrado en esa cama maltrecha. Al torbellino de movimientos y cambios de postura, le siguió una calma tensa. La mirada vacía se dirigió hacia esos topos rojizos de luz impresos que se movían hipnóticos con el transcurrir de la tarde. Después de una interminable jornada, el sol se despedía con ganas de acostarse, pero la cabeza de Abel no parecía tener las mismas intenciones. Leer más...
terror intriga
La luz de la tarde llegaba a trompicones entre maleza, casas de colores y vasos de cristal. Luiz, sentado en un banco de madera de ese maltrecho bar, paladeaba la espuma de una cerveza sin alcohol. Aquel era un pequeño templo para la gente del barrio que, tras jornadas interminables en trabajos precarios, descansaba las lumbares y las preocupaciones. Leer más...
realismo familiar drama